Hace un par de días, tuve oportunidad de participar como ponente en una sesión de pensamiento estratégico con algunos de los directivos más relevantes del sector TIC en España. Hablamos durante más de dos horas sobre:
- La razón del crecimiento de una empresa
- Las herramientas para gestionar el crecimiento
- Las limitaciones y puntos bloqueantes para llevarlo a cabo
De esa discusión salieron algunas ideas muy interesantes entre las que hoy quiero destacar una: nuestra capacidad individual como gestores para impulsar los proyectos.
Era evidente que todos los presentes en la reunión eran personas de altas capacidades y, sin embargo, yo me quedé con la sensación de que la mayoría de ellos se veían limitados en su rango de acción por la organización a la que pertenecen. Por ejemplo:
- Necesidad de consensuar cada idea con un gran número de personas
- Tendencia de la organización a mantener el status-quo
- Limitaciones para elegir el proyecto en el que nos embarcamos (lo mas interesante ya está cogido)
Y es que, es cierto que, como indica Jordi Collel en este post, los mandos intermedios están sometidos en las organizaciones medianamente grandes (aquellas que al menos tengan 3 niveles jerárquicos, claro) a dos presiones: la de sus superiores y la de sus reportes.
Quienes estamos en la mitad de la cadena, muchas veces sentimos que no tenemos toda la capacidad para llevar los proyectos a cabo. Sobre todo si concentramos todas nuestras energías a combatir o a satisfacer ambas fuerzas de presión.
Somos «directivos sandwich«.
¿Es acaso una limitación ser un directivo sandwich?. No lo creo. No olvidemos que es justo en el centro donde se suele poner lo más rico del bocadillo.
Creo que los directivos sandwich son la clave del éxito o fracaso de las empresas, y disponen de tres «palancas» fundamentales para alcanzar la excelencia en su función:
- Tener claro su papel y cómo contribuir
- Actuar con humildad, pasión y perseverancia
- Comunicar, comunicar y comunicar
Como dice un amigo mío, «sky is the limit». Y todo directivo sandwich tiene la oportunidad de aspirar a la categoría de bocata de jamón.
P.D. Si, reconozco que yo también soy de aquellos que abusan del sandwich a la hora de comer.