Hace poco escribí un artículo titulado «Cuatro pertrechos para un (intra)emprendedor» que ha tenido bastante éxito. Supongo que es porque el tema del emprendizaje es uno de los temas de moda, conjuntamente con la innovación. Casualmente, ambos temas están unidos en el caso de la gran empresa, puesto que son los intraemprendedores quienes llevan a cabo la necesaria innovación.
Sin embargo, me he dado cuenta de que no debemos hablar de intraemprendedores. Este término es excesivamente cursi. Creo que es mucho más correcto hablar de emprendedores por cuenta ajena.
¿Porqué emprendedores por cuenta ajena?
Como ya anticipaba en el anterior artículo, creo que el hecho de estar empleado por cuenta ajena o ser el dueño de tu destino y de tu proyecto es, sobre todo, circunstancial. El hecho de emprender, de innovar, es más una actitud o una competencia personal, que la circunstancia de trabajar en el marco de una estructura o de otra. Además, indefectiblemente, hay un trasvase de modelos (por cuenta propia, por cuenta ajena) en un alto número de casos. Por algo será.
Hace unos días participaba en un encuentro con emprendedores en el Hub Madrid. Fue un debate muy interesante que se prolongó por más de dos horas y en el que participaron emprendedores curtidos en éxitos y fracasos, con nuevos emprendedores que arrancan ahora. Estos últimos, casi en su totalidad, provenían de trabajos previos (o incluso actuales) por cuenta ajena. ¿Qué aprendí en esa sesión?.
Valores compartidos por los emprendedores
A modo de esquema, estos son algunos de los valores que se pusieron encima de la mesa y que todos compartían:
- Emprender es una actitud, activa, ante la vida. Te permite sentirte vivo, frente a una actitud pasiva.
- La mayor parte de las motivaciones surgen del hecho de visualizarse a uno mismo haciendo algo más difícil, complicado o retador.
- El emprendedor maneja mucho mejor el miedo, puesto que lo balancea en una ecuación riesgo/consecuencia. En la práctica, riesgos que parecen más altos tienen pocas consecuencias y viceversa.
- El mejor antídoto contra el miedo es el deseo, que se constituye en la energía motora del proyecto. La pasión por querer hacer.
- Las ideas están sobrevaloradas. Lo importante es la ejecución.
Los intraemprendedores, la innovación.
Bien, ahora revisemos tu situación, si eres de los que trabaja por cuenta ajena. Cuántas veces has oído hablar en el último año, en el entorno de tu empresa, sobre la necesidad de innovar. ¿Cuántas discusiones no habréis tenido sobre la dificultad, mejores formas o posibles enfoques para cambiar la situación?.
¿Habéis avanzado algo?.
Voy a plantearte la situación de otra manera: ¿Te reconoces en esos valores?
- Tienes la Aptitud necesaria para mover nuevos proyectos. Estás capacitado, te formas, aprendes y enseñas.
- Tienes la Actitud de cambiar las cosas, arriesgar, investigar y probar. Eres capaz de aunar voluntades, luchar contra dificultades, insuflar ánimos, moverte y ejecutar.
- Tienes la Animación que te lleva a estar dispuesto a tomar riesgos, a salir de tu zona de confort. A avanzar en tu carrera profesional, a aceptar retos. A llevar tu empresa, tu departamento o tu función a un punto diferente a donde estaba. A movilizar los recursos y las personas.
Compáralos con los que concluían los emprendedores del Hub. Verás que no son tan diferentes. Verás que con esas armas podemos conquistar muchas cosas.
Sin embargo, el método es distinto.
Y sin embargo, encontramos muchos problemas para hacer funcionar la innovación en las empresas. Encontramos que los intraemprendedores – emprendedores por cuenta ajena – que lideran esos proyectos de innovación y cambio a menudo desfallecen en medio de las dificultades y se desesperan. ¿Qué falta?, ¿es culpa del entorno?.
Obviamente, hay dificultades en el entorno corporativo que provocan una alta mortandad de los proyectos de innovación. Pero también las hay en el mercado, lo que también provoca alta mortandad de las nuevas empresas y proyectos emprendedores. Pero ambas creo que son condiciones de contorno que no merece la pena intentar resolver.
Creo que tiene más retorno intentar resolver lo que se puede controlar. Y ahí está la metodología. Si tu eres un intraemprendedor y tienes las competencias y la voluntad, ¿qué te falta?. Posiblemente es el método. La lógica. La manera de afrontarlo. La práctica.
A tal efecto te recomiendo la lectura de este famoso artículo de Saras Sarasvathy: ¿Qué hace emprendedor a un emprendedor?. Donde concluye las diferencias entre manera de razonar del manager (causal) y la del emprendedor (que llama effectual -efectiva, pragmática, por traducirlo de alguna forma). Así:
- Mientras los managers son generales que conquistan territorios, los emprendedores son exploradores que buscan nuevos mundos.
- Mientras los managers trabajan en pos de un objetivo que buscan de la manera más optima en función de los recursos que tienen, los emprendedores utilizan los recursos que tienen para imaginar e implantar posibilidades, y los objetivos irán surgiendo de manera natural a lo largo del camino.
- Mientras los managers se centran en maximizar el retorno posible, los emprendedores se centran en controlar la pérdida aceptable.
- Mientras los managers se obsesionan en el análisis competitivo, los emprendedores se apalancan en acuerdos y partnerships.
- Mientras los managers explotan el conocimiento preexistente, los emprendedores capean las contingencias.
- Mientras los managers quieren preveer el futuro para así controlarlo, los emprendedores quieren controlar el futuro, para no tener que preveerlo.
- Por último, los emprendedores, actúan. Actúan. Actúan.
En conclusión
Reflexiona sobre estas preguntas:
- ¿Tienes lo que hay que tener para ser emprendedor?, ¿te identificas con esos valores?, ¿sabes quién eres?.
- ¿Tienes el conocimiento y el método?. ¿Has pensado en cambiar la lógica con la que enfrentas el problema?.
- ¿Tienes claro a quién conoces?, ¿movilizas tu red y tus contactos?.
Si es así, el siguiente paso está claro. En el próximo proyecto de innovación en el que estés involucrado, o que lideres, mira a tu alrededor y a tí mismo. Analiza las barreras que tienes delante para el éxito de tu proyecto. Elige una y sáltala. Lo demás irá saliendo solo.
No eres un empleado por cuenta ajena. Eres un emprendedor por cuenta ajena.
Y tu, ¿qué opinas?.