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La innovación personal, paso a paso

Publicado en: Personas|21/03/2012|Tags: ciclos de desarrollo, innovación estratégica, innovación operacional, mapa de innovación personal, objetivos, plan de desarrollo
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La innovación personal, paso a paso

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En el anterior articulo, desgrane brevemente las claves para estructurar un plan de desarrollo personal, tanto para nosotros mismos como para nuestros colaboradores. Nos dotamos de una visión, unos objetivos y un mapa (el mapa de la innovación personal). Es hora, ahora, de ponernos en marcha.

Para marchar, caminar

Y puestos a ponernos en marcha, vamos a centrarnos en su punto mas importante: los pasos. Y es que quizá lo que tenemos que tener más claro del proceso de desarrollo personal que vamos a acometer es que se trata de un camino de fondo, donde la perseverancia, el método y los pequeños pasos son fundamentales.

Al igual que sucede con la innovación empresarial, la principal dificultad escriba en dotarse del tiempo y las herramientas, ambos de calidad, para comenzar los cambios. Por mucho que teoricemos sobre su importancia estratégica, la realidad cruda hace que nunca encontremos el espacio en la agenda y el ritmo adecuado para su progreso.

Ciclos cortos, grabado en la agenda.

La clave, a mi entender, es el desarrollo del hábito. Bien es sabido que tardaremos al menos 21 días en desarrollarlo, pero aplicado a nuestro caso será un poco más porque no es algo que haremos todos los días, así que debemos ser más conscientes y disciplinados. Nos ponemos en marcha planificando en base a dos componentes:

  • Un ciclo de desarrollo de 6 meses. Al principio del cual nos vamos a fijar los objetivos (intuitivamente, eso si), áreas o tareas que queramos desarrollar. Y lo haremos en base al mapa de innovación personal, como veremos luego. Este periodo de 6 meses lo iremos rompiendo en ciclos mensuales, con tareas más concretas, al estilo de las planificaciones ágiles.
  • Una hora a la semana, puesta en agenda. Mejor dos, en días distintos. Y cuando digo puesta en agenda, quiero decir en horario laboral. En horario de calidad. Lo cierto es que esa hora no la vamos a pasar «estudiando», y es cierto que muchas veces la simultanearemos con otras actividades.

El hecho de poner esa hora en la agenda tiene 3 beneficios: (i) nos reserva ese tiempo para dedicarlo activamente al desarrollo, (ii) nos recuerda que tenemos un plan que llevar a cabo y una misión a largo plazo que llevar a cabo (no se sube un Everest sin dar pequeños pasos) y (iii) nos enfoca hacia el desarrollo, haciendo consciente el hecho de tener que sacar aprendizajes en esa hora, aunque coincida con otras actividades, como una comida con cliente o un partido de paddle.

Cuatro cuadrantes, cuatro tipos de desarrollo

Cuando presentamos el mapa de innovación personal, derivado del de innovación empresarial, solo enunciamos los cuatro cuadrantes: innovación operativa (interna y evolutiva), innovación en portafolio (externa y evolutiva), innovación en la gestión (interna y disruptiva) e innovación estratégica (externa y disruptiva). Ahora vamos asignar nuestras áreas de desarrollo de los próximos 6 meses del ciclo a cada uno de esos cuadrantes.

Vaya por delante que no todos importan igual. Yo os hago una recomendación sobre el porcentaje de enfoque a cada área. Quede dicho que estos porcentajes no aplican igual al caso empresarial, ahí hay que cocinarlos según el caso y circunstancia, pero en el caso de la innovación personal unos cuadrantes son mucho más costosos que otros y otros rentan mucho más que otros, de modo que conviene empezar por ahí para mantener la motivación. Os refiero a este post de José Cabrera donde explica muy bien las razones por las que debemos acometer esfuerzos de distinta intensidad, en base al concepto de los entornos de predecibilidad, zonas de tendencia y zonas de ruptura.

Innovación evolutiva, antes que disruptiva.

Aunque nos veamos en una situación de dar cambios radicales en nuestra vida profesional, esto no implica que tengamos que desarrollarnos fundamentalmente en las áreas disruptivas. Simplemente, no funciona.

Las personas evolucionamos, no nos transformamos y nuestro método está basado en la perserverancia y el largo plazo. De modo que mi sugerencia es la siguiente:

  • Dedicar un 30% de nuestras actividades de desarrollo a la innovación operativa, aquella que es fundamentalmente interna y evolutiva.
  • Un 40% debe estar enfocada en las actividades de innovación de producto, externa y evolutiva, aquella que, como veremos, nos permite innovar la forma en la que nos relacionamos con el exterior.
  • Un 20% se corresponderá con actividades de innovación en la gestión. Actividades a mejorar nuestras capacidades internas, pero con saltos conceptuales disruptivos.
  • El 10% restante debe reservarse para las innovaciones más radicales, aquellas que nos transformaran significativamente a largo plazo. Es el yo visualizado, ese otro modelo profesional que esperamos alcanzar en el año 10.

Nos ponemos en marcha. Un calendario, por favor.

Una vez que hemos entendido el modelo, basado en el calendario y el mapa, antes de dar el siguiente paso, debemos ponernos frente al calendario y comenzar el ejercicio:

  • En base a la visión, el análisis de puntos fuertes y de mejora y nuestros motivadores y bloqueadores, tracemos un primer plan de lo que queremos conseguir los próximos 6 meses. Seamos cautos, evolutivos y prudentes. Nos va a costar mucho ir cogiendo el ritmo, así que objetivos pequeños y alcanzables. Define 4 áreas de trabajo, una por cada cuadrante.
  • Coge un calendario, distribuye tus 2h semanales en la agenda de los seis próximos meses. Hazlo a conciencia, buscando buenos huecos y no los «minutos de la basura». Busca las rutinas, mismas horas y circunstancias. Como son dos huecos por semana, fija uno y el otro úsalo como comodín, asignándolo de distintas formas. Pero asignándolo.
  • Basándote en los porcentajes del mapa de innovación, asigna cada hueco al cuadrante que le toque. La distribución hazla como quieras, pero procura que sea mas o menos uniforme (i.e. no dejes el 10% de innovación estratégica para los últimos huecos, hay que avanzar simultáneamente en todos los cuadrantes).

Ya estamos casi listos para salir. Solo nos falta saber qué pertrechos llevar en cada cuadrante, qué trabajar en cada caso. En el próximo artículo os propongo algunos.

Y tu, ¿qué opinas?

17/01/2013 srllorente

Sobre el autor

srllorente

Santiago Rodriguez Llorente

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Mi amigo el emprendedor, cierra. →

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