Ayer, Google anunció la compra de Motorola Mobile Holdings por la friolera de 12.500 millones de dólares, un 63% de premium sobre la última cotización de Motorola. Desde luego, ha sido una de las sorpresas del verano, por el tamaño de la transacción, por el nombre de los participantes, pero sobre todo porque, en mi limitado entender, tiene muy poca lógica estratégica.
¿Qué ha comprado Google?
Google compra una de las dos compañías en las que se dividió Motorola hace un par de años para intentar sortear la crisis que se ha llevado por delante a otros competidores como Nortel.
Esta división de Motorola, con 11.500 millones de dólares de ventas anuales y pérdidas de un 0.75%, emplea casi 20.000 personas, y es fundamentalmente un fabricante de terminales móviles y de tecnología y dispositivos IPTV. En definitiva, un fabricante de tecnología en problemas, con 80 años de historia.
¿Porqué razones?
En la propia nota de prensa de Google, la compañía anuncia que ha realizado la compra para «impulsar Android», «mejorar la competencia» y «ofrecer experiencias de usuario maravillosas».
Casi todo el mundo habla de que el verdadero valor de la compra de Motorola está en las casi 17.000 patentes que tiene en el área de tecnología móvil, y que ésta ha sido la razón fundamental por la que Google la ha comprado. Supuestamente, con ello podría proteger mejor a sus partners de Android que están siendo sometidos a ataques judiciales en base a las patentes, a pesar que éstos tienen suficientes patentes y que Google aún no ha movido un dedo a este respecto.
Otros, se atreven a aventurar, que este es un primer paso para convertir Google en una empresa verticalmente integrada como Apple, con su hardware, ecosistema, software, canal de distribución y marca atractiva.
Los hay que apuntan a un movimiento defensivo frente a Microsoft, (o Dell o HP) que también podría andar rondando la misma pieza, supuestamente.
¿Cuáles son los puntos débiles de este movimiento?
Especulaciones sobre las razones de la compra las hay de todo tipo, pero en todo caso, yo veo algunos puntos débiles en este movimiento:
- En primer lugar, no parece evidente cómo digerir el tamaño de semejante compra ya que no tiene nada que ver con las anteriores: el precio supera los 9.100 millones de dólares que supuso la compra de las anteriores 136 adquisiciones desde que Google saliera a bolsa en 2004. O sea, es un salto cualitativo muy importante que hace crecer el tamaño de la compañía en casi un 40%.
- En segundo lugar, gestionar un negocio de fabricante de tecnología de este tamaño no tienen ningún parecido con tu modelo de negocio. Un modelo con el que te has convertido en líder del mercado y que te sigue dando rendimientos que mejoran trimestre tras trimestre. Por tanto, te metes en camisas de once varas cuando parece que no hay necesidad.
- En tercer lugar, este movimiento no tienen nada que ver con los movimientos que ha hecho Google recientemente en otras áreas tecnológicas: por ejemplo en el área de las comunicaciones fijas, ha hecho una incursión en el mundo del PC, pero licenciando la tecnología a otros fabricantes (caso chromebooks), fundamentalmente para ganar exposición al cliente empresarial aumentando el mercado para sus webapps y dejando a otros el negocio de menos margen. (Al igual que ha hecho en el área de TV con las licencias a Logitech, por ejemplo). ¿Puedo sugerir que hay formas más baratas y sencillas de experimentar con distintos modelos de negocio?.
- En cuarto lugar, al comprar el tercer competidor en importancia dentro de su canal de distribuidores de Android no parece que esté ayudando demasiado a los otros dos (HTC y Samsung), a pesar de que éstos se han anticipado a saludar la compra – supongo que con «ay, ay, ay que estarán tramando» -, pero que podría llevarles a considerar el costoso partnership con Microsoft como alternativa. Es decir, mete ruido en un canal que ha conseguido que Android sea el SO móvil de mayor crecimiento y potencial.
- En quinto lugar, no parece que este movimiento le de a Google ninguna posición más aventajada en su entorno competitivo. Si todos nos estamos preguntando el porqué de este movimiento, está claro que sus beneficios no son evidentes. Y si los beneficios no son evidentes en una operación corporativa de este tamaño es que, posiblemente, no los tenga.
En conclusión
Para gustos, los colores, y este tipo de acuerdos da para un debate muy interesante (véase por ejemplo el que estamos teniendo aquí). Obviamente es muy pronto para concluir nada al respecto y todo debemos enfocarlo como un mero ejercicio de escenarios de estrategia competitiva, pero si tuviera que apostar ahora, mi apuesta sería la siguiente:
- Este no es un movimiento definitivo. Google no va a integrar Motorola (de hecho no lo ha hecho), ni va a convertirse en un fabricante de hardware de ningún tipo.
- Google ha tenido que hacer el movimiento (porque tenía el dinero) porque otro competidor (Microsoft, que también tiene dinero) se iba a adelantar.
- Google seleccionará lo que necesite de Motorola: el software de IPTV tanto en el backend como en los terminales y algunas de las 17000 patentes de tecnología móvil. El resto lo venderá.
- No está claro que pueda vender el resto de un modo que tenga sentido industrial y financieramente. Para que lo último ocurriera, Google tendría que sacar unos 10.000 millones de dólares para que la compra de los activos que de verdad le interesaban hubiera salido por unos «razonables» 2.500 millones. Pero dudo mucho de que saque más de 5.000 por los despojos de un cadáver que ningún otro partner industrial va a querer comerse.
- A mi todo esto me suena a un error del nuevo CEO-fundador de Google. Suena a un «lo compro porque quiero y puedo» de Larry Page. Una manera de marcar territorio. Equivocadamente.