Llegamos un poco retrasados para hacer el balance del año 2012 ya que normalmente estos artículos se publican en la primera semana del año, pero es que hemos empezado el año como lo terminamos: a tope. Nos ha costado un poco dedicar el suficiente tiempo para la reflexión de los aprendizajes del año en que se iba a acabar el mundo.
Primer aprendizaje: el mundo no se acaba, pero es más ágil.
Vale, este aprendizaje tiene un poco de truco por oportunista. Y he de confesar que ni siquiera había prestado atención a las profecías de final del mundo hasta el bombardeo de noticias de los días previos. Pero sirva de excusa para reflejar otro de los aprendizajes que más he puesto en práctica a lo largo del año: si no puedes predecir el futuro, responde al cambio.
Yo ya conocía de sobra esta recomendación, al menos en tres formas diferentes:
- El conocido «be water, my friend» donde Bruce Lee resumía el principio taoísta del Wu wei o principio de la acción natural no forzada: «Vacía tu mente. Libérate de las formas. Como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua amigo.»
- El también conocido principio del manifiesto para el desarrollo ágil de software: «Valoramos más la respuesta ante el cambio frente a seguir un plan».
- El menos conocido principio de la limonada de effectuation: «Haz uso de las contingencias. Abraza las sorpresas que aparecen en las situaciones inciertas, permaneciendo flexible antes que atado a objetivos previos».
Y aun siendo consciente de todo ello, lo cierto es que me cuesta especialmente practicar este tipo de flexibilidad o agilidad. Forma parte de mi carácter el hacer planes a medio plazo, visualizarlos y perseguirlos. Sin embargo, este año hemos navegado la incertidumbre y la agilidad mucho mejor. Por si os puede ayudar, he estado practicando dos técnicas o trucos para ayudarme en mi transición:
- Frente a tener un único plan o un plan B, trabajo con múltiples escenarios / planes. Ninguno de ellos es especialmente detallado, son más bien caminos conceptuales. Lo aplico a todos los órdenes de la vida, pero a nivel profesional esto se concreta por ejemplo en crear y seguir (con ayuda de mi CRM) un amplio abanico de oportunidades o proyectos con clientes. Del mismo modo, he desarrollado un truco para ayudarme a filtrar mejor las oportunidades de empresas que quiero lanzar: trabajar en varias ideas y equipos simultáneos hasta que las piezas van encajando de modo natural. Cuando hay esa tracción inicial, le dedico un mes a potenciarla y comprobar si puede salir adelante. Este año, tres proyectos de empresa han pasado por esa fase…. y ninguno lo ha superado. En todo caso, la filosofía subyacente siempre es evitar obsesionarse con el resultado del esfuerzo y disfrutar más del camino.
- Retrasar la toma de decisiones. Este truco es un poco más complicado. Hay determinadas decisiones que no se pueden retrasar y hay que ejecutarlas rápido. Pero también es cierto que hay muchas decisiones basadas en circunstancias que no dependen de uno, o que son inciertas, que pueden esperar una semana. De modo que estoy practicando con ello, y estudiando los difíciles trabajos de David Snowden y practicando el arte de tomar decisiones intuitivamente.
Segundo aprendizaje: Hay demanda para nuevas metodologías.
Este año hemos completado el desarrollo (al menos una versión utilizable) de dos metodologías de trabajo bien diferenciadas y que aplican a dominios distintos de la gestión empresarial:
- Por un lado, tenemos listo el mapa de innovación personal y se está convirtiendo cada vez más en una herramienta fundamental para la gestión de habilidades de liderazgo adaptativo para directivos y profesionales con gran responsabilidad en entornos de incertidumbre. José y yo lo estamos aplicando con creciente éxito como herramienta de facilitación del cambio estratégico en organizaciones. Partimos de una premisa que parece irse comprobando: nada cambia si tu no cambias. Seguimos evolucionando el mapa en base a su experimentación. Además de lo publicado en nuestros blogs, estamos trabajando para llevarlo a la acción en base a conductas de cambio.
- Por otro lado, la metodología de tutorización de proyectos emprendedores 10 pasos para tu idea, que he armado tras mucho experimentar y probar con las ideas que subyacen a los conceptos como Lean Startup o Customer Development, está funcionando muy bien. Hemos trabajado duro con múltiples early adopters y comprobado las hipótesis fundamentales: (i) es necesaria y ayuda realmente al éxito de la validación del proyecto emprendedor y (ii) la mayor dificultad del proceso es la forma de comercializar la metodología ya que estamos creando una necesidad (un mercado) que no siempre es evidente a priori (que alguien te ayude con tu idea) pero que todos valoran como fundamental a posteriori. Y ahí seguimos, refinando.
Como decía, hay demanda para estas nuevas creaciones. Que se unen a métodos de trabajo y servicios que ya teníamos en explotación en años anteriores.
Esto ha hecho que el año pasado fuera bastante bueno en cuanto a consecución de objetivos se refiere. Nos hemos quedado al 95% de cumplimiento del objetivo marcado. Bien es cierto que el objetivo era muy agresivo, pero comoquiera que soy un jefe muy exigente, un 95% no es un 100% y por tanto no da derecho a bonos y celebraciones. ¡No queremos bozos en nuestra organización!.
Tercer aprendizaje: Rellenarte de la energía que gastas.
Tengo muy claras mis fuentes de energía, y cada vez aprendo a gestionarlas mejor para tener el depósito suficientemente lleno como para dar los siguientes pasos pero no tanto como para ahogar el motor. Supongo que conviene ir con las pilas a medio cargar por aquello de estimular el desafío. Y siempre, siempre, huir de los dementores.
En todo caso, utilizo diaria y activamente estas fuentes de energía:
- Intelectual y Creativa: Por un lado, leyendo y ordenando un promedio de unos 15 o 20 artículos diarios, además de unos cuantos libros. En una gran variedad de temas. Esto me mantiene hambriento intelectualmente y entrena nuevas capacidades (por cierto, que en este feed tienes una selección en tiempo real de las cosas que leo y que me parecen interesantes). Por otro lado, progresamos adecuadamente con mis clases de batería como ejercicio para estimular mi creatividad y para preparar mi jubilación.
- Emocional y Espiritual: Dedicando mucho tiempo a mi familia y disfrutando de ellos. Este año, además, he descubierto el papel activo que juegan mis hijos como coaches. Son el mejor coach (y el más barato). También intento pasar mucho tiempo con mis compinches y amigos más íntimos. Aprendiendo de su generosidad y poniendo en práctica la mía.
- Social: ¡Cuánta gente interesante hay ahí fuera, y qué poco tiempo tenemos!. Este año he conocido a mucha gente y he trabajado e interactuado en círculos muy distintos. Hemos viajado por toda España dando conferencias, hemos asistido e impartido talleres, hemos organizado eventos, trabajado proyectos nuevos, etc. Y siempre con gente distinta que te puede aportar. Es una de las cosas que más me gusta, aunque hay que tener cuidado con la gestión del tiempo y esforzarte en decir no cuando corresponde.
- Física: El deporte (4-5 veces por semana), la buena alimentación y el descanso son fundamentales para mí. Y este año aún he trabajado más en incorporarlos a mis rutinas diarias. No puedes hacer nada si no tienes fuerzas físicas. Y estas sólo se consiguen limpiándote y ejercitándote.
Un propósito para el 2013.
Si la cara es el espejo del alma, la mía no refleja aún lo feliz que soy.
Gracias por compartir mis reflexiones, estas, personales.
Y tu, ¿qué opinas?.